Cobertizo de amor y miel.
Cristian y Cristina son un claro ejemplo de esfuerzo, trabajo, constancia. Son valientes emprendedores que no paran ni un solo minuto de trabajar duro.
Merecían un día de descanso y fiesta y este no llegó hasta el día de su boda.
Cristian y Cristina tienen un sentimiento de familia muy arraigado, pudimos vivirlo con intensidad a lo largo de toda la boda.
Rieron con fuerza y lloraron con la sinceridad del que ama en silencio.
Una gran boda que nos ofreció emoción y diversión a raudales y de la que nos fuimos con ganas de seguir y seguir tomando fotografías. Hay poner un final aunque en ocasiones no encuentras el momento de retirarse y decir adiós.
Como siempre, estoy agradecido de haber podido aportar mi granito de arena en su historia.
Un abrazo!.