No es una boda más.
Para poder hablar de la boda de Ana y Rodrigo y poder explicar por qué no es una boda más debo empezar por hacer algo que no acostumbro a hacer, que es hablar de mi.
Ana es fotógrafa, podréis ver su trabajo AQUI. Nos conocimos por absoluta casualidad pero desde el primer día puedo decir que el significado más amplio y puro de la amistad está representado en ella.
Ana y Rodrigo han hecho por estar conmigo en momentos en los que uno necesita estar arropado sin importarles el día, la hora o la distancia y esto estará por siempre grabado a fuego en mi corazón. Por este motivo la boda de una pareja tan importante para mi no podía ser una boda más.
Como fotógrafo de bodas uno siempre empatiza con el momento que disfrutan sus clientes el día de su boda, sientes esos momento y los vives por y para ellos.
Cuando quién está delante de tu cámara es una persona tan cercana a ti como ellos entonces no sólo sientes, te tiemblan las piernas, literalmente. Sientes que toda esa presión que conlleva crear en imágenes los recuerdos de la pareja se multiplica por mil.
La boda de Ana y Rodrigo se celebró en una finca rural de la provincia de Guadalajara. 3 días rodeados de familia y amigos con muchas ganas de fiesta, pues fue una boda esperada por todos los que tuvimos el placer poder disfrutarla.
Desde que comencé en esto de la fotografía siempre me ha acompañado el lema «Real pictures for real life» y con la boda de Ana y Rodrigo cobra más sentido que nunca. Fotografía real para la vida real o como diría un buen amigo mío, fotografía sin hostias.
Espero que os guste!